sábado, 23 de junio de 2012

Anna Karenina (2012) de Joe Wright - Tráiler


Ya tenemos para nuestro disfrute el primer tráiler de la nueva versión de Anna Karenina, la obra maestra de Leo Tolstoi, protagonizada por Keira Knightley (Orgullo y prejuicio, Piratas del Caribe), Jude Law (Sherlock Holmes, Cold Mountain) y Aaron Johnson (Albert Nobbs). Aunque no me convence mucho al actor que han escogido para hacer de Vronsky (y mucho menos los ricitos rubios con los que va peinado) y no me gusta para nada Keira Knightley como actriz, me interesa bastante la idea de que se ruede toda la película en un escenario cerrado, como si fuese un escenario de teatro, y que para las escenas exteriores se usen objetos de juguete (trenes, casitas, etc.).

De todas formas, Joe Wright, el director, ha demostrado en sobradas ocasiones que sabe encandilarnos con buenas historias de amor (Orgullo y prejuicio, Expiación), por lo que no tengo ninguna duda de que será una película redonda... Eso sí, para verla en nuestros cines tendremos que esperar a 2013.

Germinal (1885) de Émile Zola



Título: Germinal
Autor: Émile Zola
Editorial: Alianza Editorial
608 págs.
Acabada la lectura de Germinal, una de las novelas más celebradas de Émile Zola y habitualmente considerada como la única novela en que trata la celebración de una huelga y sus consecuencias, he de decir que tengo emociones encontradas al respecto.

Que no se me entienda mal. Germinal me ha gustado, y mucho, como las (pocas) novelas que he leído de Zola. El protagonista es Etienne Lantier, hijo de Gervaise Coupeau (la protagonista de La taberna), hermano de Naná Coupeau (la protagonista, obviamente, de Naná) y de Jacques Lantier (el protagonista de La bestia humana), que, tras haber abofeteado a su patrón en la fábrica en la que trabajaba, vaga por las tierras mineras en busca de un trabajo con el que poder subsistir. Se apiada de él el minero Maheu, que lo acoge en su cuadrilla de mineros, en la que también trabajan sus hijos Zacharie y Jeanlin, su hija Catherine y el novio de ésta, Chaval. La chispa entre Catherine y Etienne surge enseguida, y Chaval empieza a sentir unos celos que, a medida que avance la novela, adquirirán proporciones épicas.


La portada de la primera edición francesa resume los momentos más épicos de la novela: el combate a ladrillazos, el martirio de los mineros muertos, el ataque del ejército a la mina y el accidente del pequeño Jeanlin.

El trabajo en la mina es duro, y cuando los patronos deciden rebajar el precio de la vagoneta de hulla, Etienne se encarga de difundir las ideas socialistas entre sus compañeros, y organiza una huelga de mineros para defender sus derechos, su dinero, su futuro... La huelga provoca miseria, tanto para los empobrecidos mineros como para los burgueses propietarios de las minas, y poco a poco la comarca va convirtiéndose en una sombra de lo que era... una sombra demasiado parecida a la muerte que planea sobre las casas de los mineros en forma de hambrunas, ataques del ejército y traidores en sus propias filas.


Como en muchas otras novelas de Zola, la mujer adquiere gran protagonismo al ser la persona que se enfenta a la cruda realidad, en contraposición con el idealismo masculino.

La novela me ha gustado, y mucho, como el resto de novelas de Zola que he leído... pero creo que he echado en falta algo. Creo que Zola hace demasiado hincapié en las escenas de la huelga, en las manifestaciones de los mineros cruzando el país a pie, que acaban siendo demasiado confusas, y, además, restan importancia a las historias personales que vertebran la novela (el triángulo amoroso entre Etienne, Catherine y Chaval; la lucha por la supervivencia de la Mahuede; la prostitución de la Mouquette; la boda de Mademoiselle Gregoire, que concluye con una escena que me dejó completamente impactada... y que reproduciré dentro de poco en la sección La muerte y la doncella). El problema de Germinal, para mí, es que el autor intenta hacer una apología de las necesidades obreras, y olvida que la mejor forma de hacerlo es a través de la novelización, ya que las grandes escenas de la novela (las muertes de Cécile y de la pequeña Alzire, el accidente de Jeanlin, el encierro en la mina al final) son las que narran pequeñas escenas de sus vidas privadas.


El cártel de una antigua adaptación cinematográfica de la novela muestra la siniestra escena final de la novela, una magnífica recreación de la claustrofobia.

En resumen, no me ha parecido la mejor novela de Zola, pero me ha dejado ganas de seguir indagando en la vida de este familia, los Rougon-Macquart, que dieron forma a la mayor parte de la obra del gran naturalista francés, de ver la película protagonizada por Gerard Depardieu... ¿Se puede pedir a una novela algo más cuando te proporciona ganas de seguir leyendo?

lunes, 18 de junio de 2012

La muerte y la doncella

Aunque este tenía que ser un blog sobre Peter Pan, me parece algo más interesante enfocarlo sobre temáticas victorianas y eduardianas que podian rodear la mitología de Pan y Wendy.

Una de estas temáticas (que existe desde la Edad Media, con este nombre, e incluso desde antes) que fascina completamente es la de La muerte y la doncella. La idea de que la muerte y el sexo, la belleza y la podredumbre estén tan inextricablemente unidas es uno de los motivos pictóricos y literarios de mayor fuerza visual.

Poco a poco, semana tras semana, intentaré recrear en este blog alguno de estos momentos, alguna de estas imágenes que nos enseñan que entre el amor y la muerte hay solo un paso... y que, como decía el poeta catalán, "morimos de muerte, y no nos gusta", "vivimos de muerte, y no pensamos en ello".


Las alas de la muerte que acompañan al esqueleto demuestran que cada vez que amamos morimos un poquito.

Esta semana os dejo con una ilustración de P.J. Lynch, un ilustrador de cuentos infantiles que he descubierto hace poco pero que seguramente veremos alguna vez más en el blog.

jueves, 7 de junio de 2012

Empezando... Germinal

Émile Zola es uno de mis autores preferidos de todo el mundo. Su forma de describir la naturaleza humana, llena, sobre todo, de sombras, refleja de forma certera la realidad de la vida en la Francia del siglo XIX. La novela de Zola que más he leído es La taberna (la habré releído unas diez veces), y siempre había tenido ganas de leer de forma completa su serie Les Rougon-Macquart, pero por h o por b, nunca he tenido la ocasión de hacerlo.


Emprendo de nuevo esta tarea empezando a leer Germinal. No es una obra que me sea desconocida, ya que he visto la película que la adapta unas cuantas veces (y seguro que repetiré la experiencia cuando acabe la novela). Además, el protagonista de Germinal es Étienne Lantier, uno de los hijos de Gervaise Coupeau, la protagonista absoluta de La taberna. La historia promete, claro: la dureza de la vida en la mina, que une el auge del movimiento obrero con la pulsión de las necesidades corporales de gente que vive llevada por sus instintos más básicos.

La cubierta reproduce el cuadro de Pellizza de Volpedo El cuarto estado, autor al que no conocía pero que con esta pequeña muestra me ha demostrado que lo tendré que seguir un poco. La verdad es que parece que haya pintado el cuadro expresamente para esta obra, porque refleja de forma perfecta el valor de los líderes sindicales (los dos hombres que avanzan ante la multiud obrera), junto la mujer que pide paz, que, asustada por tener que cuidar un niño de pocos meses, teme que algo le pase a su marido. Tendré que investigar más este autor y esta obra...


Y ya os seguiré contando qué tal la novela.

domingo, 3 de junio de 2012

Superhéroes victorianos

Aunque los cómics de superhéroes siempre se han considerado parte de la ciencia ficción, los autores de estos cómics en muchas ocasiones han recurrido al toque victoriano para dar una mayor profundidad a sus obras. Es el caso de villanos como el Club Fuego Infernal, en el que las mujeres van vestidas con corsé y los hombres con elegantes levitas, o de grandes obras como Batman: Luz de gas, que espero poder revisar por aquí un día de estos.

Os dejó a continuación una reinterpretación de los dos superhéroes más conocidos de la historia, Superman y Batman, hecha con aires victorianos, realizadas por Matthew Humphreys. Me han encantado. Seguramente leería una serie protagonizada por ellos.

No sabemos si Kal-El va a enfrentarse al mal o a asistir a una cena de gala en el palacio del Zar.

Bruce Wayne, ataviado con gafas de aviador y esa pistola-arpón es el superhéroe steampunk definitivo.